Seguir estas recomendaciones te ayudará a prolongar la vida útil y la belleza de tus pisos:

Limpieza Diaria y Rutinaria:

• Barré o aspirá regularmente: Hacelo diariamente o cada pocos días para remover polvo, arena y pequeñas partículas que puedan rayar el acabado. Usá una aspiradora con un cepillo suave o una escoba de cerdas blandas.

• Siempre antes de pasar un trapo húmedo, barré o aspirá. 

• Trapeado Húmedo (¡no mojado!): Usá un trapeador de microfibra apenas húmedo con un limpiador específico para pisos de madera prefinished (consultanos sobre cuál recomendamos). Evitá absolutamente el exceso de agua, ¡es el peor enemigo de la madera!

Manejo de Derrames y Manchas:

• Actuá de inmediato: Limpiá cualquier derrame en el momento con un trapo limpio y seco.

• Para manchas específicas: Para manchas de comida o líquidos, usá un paño húmedo con el limpiador recomendado para madera. Evitá frotar con fuerza.

Protección Esencial:

• Fieltros en muebles: Colocá protectores de fieltro en las patas de todos los muebles, sillas y mesas para evitar rayones al moverlos.

• Alfombras en zonas clave: Usá alfombras o carpetas en áreas de alto tránsito (pasillos, entradas) y debajo de sillas con rueditas. Asegurate de que las alfombras tengan una base que permita que el piso respire.

• Cuidado con las mascotas: Mantené las uñas de tus mascotas cortas y limpias para prevenir arañazos.

• Cuidado con el calzado: Evitá caminar con zapatos de taco aguja o con suelas dañadas que puedan marcar el piso.

Control del Ambiente:

• Mantené la humedad: Procurá que la humedad relativa de tu hogar se mantenga entre 35% y 55%. En climas muy secos, un humidificador puede ser útil; en climas muy húmedos, un deshumidificador.

Lo que NO debes hacer:

• No uses: Limpiadores abrasivos, a base de amoníaco, productos con cera, ceras líquidas, lustramuebles, ni trapeadores a vapor. Estos productos pueden dañar el acabado de tu piso.

• No dejes charcos de agua: Siempre asegurate de que el trapeador esté bien escurrido.

Mantenimiento Profesional

De forma periódica (cada varios años, según el uso), es recomendable consultar por un mantenimiento profesional que puede incluir una limpieza profunda o la aplicación de una capa de protección adicional para renovar el brillo y la resistencia.